¿Qué ven los perros?
Los perros ven el mundo de forma diferente a nosotros: su percepción de colores se limita a gamas de azul y amarillo, mientras que los tonos rojizos o verdosos se ven como sombras más apagadas. Esto no solo nos ayuda a entenderlos mejor, sino que es clave durante las sesiones de fotos.
Saber cómo los perros perciben su entorno permite elegir los elementos adecuados, desde juguetes en colores que les llamen la atención hasta escenarios que resalten su personalidad. Durante la sesión, entender su sensibilidad al movimiento y su capacidad para enfocar detalles puede ser determinante para conseguir imágenes donde se sientan tranquilos y auténticos.
En las sesiones de fotos de familia multiespecie, siempre se pueden incluir fotografías de los ojos de los perros junto con los de los humanos
Percepción del color en los perros
Los perros ven el mundo de una forma muy distinta a la nuestra. Esto significa que su visión es dicromática, limitada a las gamas de azul y amarillo. Los colores como el rojo, el verde y el naranja se mezclan en tonos más apagados, similares a grises o marrones.
Este detalle es clave cuando interactuamos con ellos o planificamos actividades que involucren su atención visual, como una sesión de fotos. Por ejemplo, si quieres captar su interés, elegir juguetes o accesorios en tonos amarillos o azules será mucho más efectivo que usar colores rojizos, que pueden pasar desapercibidos para ellos.
En una sesión fotográfica, saber cómo perciben los colores nos ayuda a crear escenarios visualmente cómodos para ellos y a resaltar los contrastes en la imagen final.
Agudeza visual y detección de movimiento
Los perros son expertos en captar movimientos, incluso los más sutiles, gracias a una alta densidad de bastones en su retina. Esta adaptación les ha permitido, a lo largo de su evolución, identificar presas en su entorno y reaccionar rápidamente. Además, su visión nocturna es mucho más eficiente que la nuestra, gracias a una estructura en sus ojos llamada tapetum lucidum, que refleja la luz y mejora su capacidad para ver en condiciones de poca luz.
En el contexto de una sesión de fotos, estas particularidades son esenciales. Por ejemplo, si quieres captar una expresión auténtica o un movimiento natural, trabajar con estímulos suaves y aprovechar su sensibilidad al movimiento puede marcar la diferencia. La clave está en saber cuándo y cómo actuar para sincronizar sus reacciones con el disparo de la cámara.
Campo visual y percepción de profundidad
El campo visual de los perros es sorprendentemente amplio, mucho mayor que el de los humanos. Mientras nosotros tenemos un rango de visión de aproximadamente 180 grados, los perros pueden alcanzar hasta 250 grados, dependiendo de la raza y la posición de sus ojos. Este amplio campo de visión les permite detectar movimientos periféricos con facilidad, una habilidad heredada de sus ancestros cazadores.
En sesiones fotográficas, estas características influyen directamente en cómo los perros interactúan con el entorno. Por ejemplo, un movimiento o un objeto en su visión periférica puede captar su atención de inmediato, mientras que mantener el enfoque en un punto fijo puede requerir estímulos específicos. Además, la selección de escenarios y posiciones puede aprovechar su capacidad para percibir movimiento, asegurando fotos más naturales y auténticas.
